Obligatoriedad del certificado de eficiencia energética
Certificado energético para comprar o alquilar
SANDRA LÓPEZ LETÓN
A partir del 1 de junio de 2013 será obligatorio poner a disposición de los compradores de viviendas o arrendadores por más de cuatro meses un certificado de eficiencia energética. El Consejo de Ministros también aprobó el viernes el real decreto para trasponer a la normativa española el procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de los edificios.
El documento arrastra un retraso de años, pero al final “ha sido un acierto sacar una medida conjunta, que incluya tanto subvenciones para rehabilitar como el certificado energético”, dice Pilar Pereda, del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).
Se trata de una etiqueta energética similar a la de los electrodomésticos. Con un código de color clasificará las viviendas de la A (menor consumo energético) a la G. “La calificación energética deberá figurar en cualquier anuncio del inmueble”, señalan en Certicalia.com. En Francia o Italia la etiqueta ya es una realidad.
Este certificado deberá incluir también recomendaciones para la mejora de la eficiencia y permite comparar los edificios para favorecer las inversiones en ahorro de energía y que los compradores o inquilinos calculen el gasto.
“¿Quién va a pagar más de alquiler por una vivienda F si al lado hay B y por su recibo energético pagaría un 70% menos?”, se pregunta Pereda.
Pone otro ejemplo. En una reforma de 20.000 euros que suponga tocar aislamiento, climatización y carpintería, por ejemplo, el Estado subvenciona un 35%, se amortiza en 6-7 años y después vas a tener un ahorro de más de mil euros todos los años si se trata de un piso. En chalés, de unos 1.500 euros. En definitiva, entre el 70% el 80% del gasto energético.
Los encargados de hacer estas inspecciones serán arquitectos, arquitectos técnicos, ingenieros e ingenieros técnicos.
“La gente no es consciente de lo que se ha aprobado. No hablamos solo de dar trabajo a los técnicos. Es una luz para todos los sectores vinculados a la rehabilitación. Además, favorece al usuario”, explica Pereda, que indica que no debe verlo “como una tasa para sacarle dinero”.
De momento, el IDAE se encargará de informar sobre las nuevas obligaciones a las que tienen que hacer frente.
El precio del certificado será libre. “Las tasas estarán liberalizadas, y en esto pido sensatez. Debe estar hecho con rigor”, dice Pereda. Para eso, el IDAE ha elaborado los programas informáticos CE3 y CE3X, ambos publicados como documentos reconocidos a disposición de los técnicos certificadores. Además, se ha encargado de llevar a cabo un plan de formación para los técnicos responsables de certificar energéticamente los edificios y de aquellos otros encargados de su control e inspección.
El real decreto también predica con el ejemplo. Obliga a que todos los edificios o partes de los mismos en los que la Administración ocupe 500 metros cuadrados si son frecuentados por el público dispongan del certificado y exhiban su etiqueta. Así, el complejo Cuzco, que alberga a los ministerios de Industria, Energía y Turismo, Economía y Competitividad y parte de Hacienda y Administraciones Públicas, ya ha obtenido la calificación energética C.