Las 5 lecciones aprendidas de la crisis inmobiliaria y enseñadas por el Banco de España
Tras más de siete años de crisis inmobiliaria, el Banco de España atisba el inicio de “una recuperación gradual del sector inmobiliario”. El Director General del organismo, José Luis Malo de Molina, avala esta mejoría con factores como la mejora del empleo o de los indicadores de accesibilidad de la vivienda. Y ofrece algunas lecciones aprendidas de la crisis como la necesidad de contar con estadísticas de calidad o con políticas fiscales que no distorsionen las decisiones de compra o alquiler de vivienda.
El Banco de España asegura que ya se ve el inicio de una recuperación gradual del sector inmobiliario. Y avala esta argumentación con los siguientes factores: una mejora del empleo, una mejora de la accesibilidad a la compra de una vivienda, gracias a los bajos tipos de interés y a la recuperación de las rentas de los hogares. Otro factor ha sido la celeridad del desapalancamiento de los hogares.
Durante unas jornadas inmobiliarias organizadas por la Fundación de Estudios Inmobiliarios, José Luis Malo de Molina dio unas cuantas lecciones a aprender de la crisis y el papel de las políticas económicas:
1.- La crisis inmobiliaria ha resultado enormemente costosa para la economía y para la sociedad española. El Banco de España pide invertir en la prevención de este tipo de episodios.
2.- Se queja de la falta de estadísticas de calidad ya que esto dificultó el hecho de contar con un diagnóstico sólido y temprano del problema. “La disponibilidad de información de calidad y puntual es condición necesaria para el éxito de cualquier política de prevención”, señala.
3.- Las políticas económicas de demanda tuvieron un margen limitado para contener los desequilibrios en el mercado inmobiliario. El Banco de España pone como ejemplo los incentivos fiscales para la compra o alquiler de una vivienda.
4.- Considera que la política macroprudencial debe jugar un papel primordial: pone como ejemplo la ratio préstamo/valor de la vivienda, es decir, que una elevada financiación de la compra de una vivienda (por ejemplo dar el 120%) es una asunción excesiva de riesgos. Otra política prudencial a llevar a cabo es la de evitar unos tipos de interés hipotecarios a corto plazo y revisados con elevada frecuencia y sin límites.
5.- La prevención de una nueva burbuja inmobiliaria debe complementarse con el fortalecimiento de las estructuras y las políticas adecuadas para el tratamiento de las crisis, como contar con la Unión Bancaria.