Las pérdidas netas en 2018 se explican en la caída del ritmo de las ventas (al pasar de 3.448 millones de euros en 2017 a 2.989 millones) y los gastos por la comercialización de activos. Además, el banco malo inicia ese año el primer pago de dividendos, que ascendería a 16 millones. La presidenta de la Sareb, Belén Romana, aseguró durante la presentación del nuevo plan de la entidad que sólo se registrarían pérdidas el primer año. Esta afirmación se cumpliría, según el plan de negocio, si no se tuviesen en cuenta los impuestos (resultado operativo antes de impuestos) y los intereses de la deuda subordinada de la sociedad.
Así pues, el resultado neto del «banco malo» cerraría dos de sus 15 años de vida en negativo, mientras que el resto de años se anotaría unas ganancias que desde 2020 se acelerarán desde los 149 millones hasta los 762 millones de 2026. El último año previsto para Sareb también habría beneficios netos, si bien se reducirían hasta los 581 millones. Esta cuenta de pérdidas y ganancias es el escenario base contemplado por el nuevo plan de negocio de la Sareb. Este resultado no tendrá efecto sobre el cómputo de la deuda pública. La oficina estadística de la Comisión Europea, Eurostat, ha avalado que la Sareb no influya sobre el cálculo de deuda y déficit públicos de España, al no considerar al conocido como «banco malo» como una Administración Pública, en virtud de su mayoría de capital privado.
Dividendos limitados
En el caso base también se prevé que el pago de dividendos se limite al 8% del exceso de caja durante todo su periodo de vida. Sólo ante la mejoría del escenario, basada en el apalacamiento de la sociedad, se abre la posibilidad de aumentar en los últimos años esta retribución a los accionistas de la Sareb. Este incremento estaría sujeto a la autorización de los organismos supervisores. El capital del banco malo está aportado en su mayoría por entidades privadas, hasta un 55%, mientras que el resto procede del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Sareb prevé alcanzar una rentabilidad de alrededor el 14% durante sus años de vida. Entre los accionistas e inversores de Sareb hay 14 bancos nacionales, dos extranjeros, Iberdrola y diez aseguradoras, además del FROB.